El 29 de enero de 2025, PWN Madrid celebró su primer Networking Drinks del año, marcando el inicio de una nueva etapa en la forma en que las mujeres profesionales conectan entre sí. Con un enfoque renovado, dinámico y altamente práctico, el evento reunió a mujeres de diferentes sectores para intercambiar experiencias, aprender y fortalecer su red de contactos en un ambiente seguro y estructurado.

Bajo la dirección de María Jesús Álvarez, VP de eventos y responsable del networking en PWN Madrid, y con la aportación y dinamización de Marta Puente  VP de Membresía y coach especialista en talento femenino y diversidad este encuentro fue una oportunidad perfecta para repensar la forma en que hacemos networking y maximizar su impacto en nuestras carreras.

Un cambio en el formato para generar conexiones reales

Hasta ahora, el formato tradicional de los encuentros de networking de PWN Madrid combinaba una presentación o charla sobre un tema concreto con una breve sesión de interacción entre las asistentes. Sin embargo, se identificó que necesitábamos más tiempo para establecer conexiones profundas y significativas.

Por eso, este año hemos decidido darle un giro para mejorar nuestros eventos de networking, dejando las presentaciones temáticas para otro tipo de eventos, los LWS  mensuales, que tampoco nos podemos perder. Así que nos centramos exclusivamente en el networking. Menos teoría y más acción. Más interacción y más oportunidades para conocernos entre nosotras. Porque sabemos que el networking no es solo una cuestión de asistir a eventos, sino de hacerlo con propósito.

¿Por qué es tan difícil para las mujeres hacer networking?

Uno de los puntos más interesantes que surgieron en la conversación fue la diferencia en la forma en que hombres y mujeres hacen networking. Mientras que los hombres aprovechan espacios informales como el pádel, el golf o reuniones afterwork, muchas mujeres suelen priorizar otras responsabilidades como la familia, el trabajo o el desarrollo personal.

El resultado es que nos cuesta más generar redes de contacto estratégicas. Sin embargo, en un mundo donde las oportunidades profesionales dependen cada vez más de las conexiones que establecemos, es fundamental que las mujeres encuentren espacios para ampliar su círculo de influencia.

Este evento de PWN Madrid se diseñó precisamente para romper esas barreras y fomentar conexiones auténticas y valiosas.

Haciendo networking con propósito: El gran reto

Una de las claves del evento fue reflexionar sobre la importancia de hacer networking con intención. Muchas veces asistimos a eventos sin un objetivo claro, lo que puede llevar a interacciones superficiales que no generan impacto real.

Durante la sesión, Marta nos planteó tres preguntas fundamentales para optimizar nuestra experiencia en cualquier evento de networking:

¿Qué busco al hacer networking? – Definir un objetivo claro antes de asistir.
¿Qué puedo aportar a los demás? – El networking no es solo recibir, sino también dar.
¿Cómo sé si mi networking ha sido exitoso? – Tener un criterio para medir el impacto de nuestras interacciones.

Cada asistente tuvo la oportunidad de reflexionar sobre estas preguntas de manera individual antes de compartir sus respuestas en pequeños grupos. Este ejercicio ayudó a tomar conciencia sobre la importancia de ser estratégicas en nuestros encuentros y aprovechar al máximo cada oportunidad.

Reglas de oro del networking efectivo

Durante la jornada, se establecieron algunos consejos clave para que el networking sea realmente productivo:

1️⃣ Conocer al menos a tres personas nuevas en cada evento.
2️⃣ Aplicar la filosofía del «dar antes de pedir». Antes de hablar de lo que necesitas, preocúpate por aportar valor a los demás.
3️⃣ Salir de la zona de confort. Evitar quedarse solo con las personas conocidas y abrirse a nuevas interacciones.
4️⃣ Respetar los tiempos. Un networking efectivo implica moverse y hablar con varias personas, sin monopolizar conversaciones.
5️⃣ Hacer networking inclusivo. Integrar a quienes puedan sentirse fuera de lugar y fomentar un ambiente de colaboración.

Ejercicios prácticos para fortalecer nuestra red de contactos

El evento no solo fue una oportunidad para reflexionar, sino también para pasar a la acción. Se organizaron dinámicas en grupos donde cada participante pudo compartir sus objetivos y lo que podía aportar a las demás.

Fue inspirador ver cómo, a pesar de las diferencias de sectores y trayectorias profesionales, todas encontrábamos puntos en común y oportunidades de colaboración. Algunas asistentes buscaban nuevos clientes, otras querían ampliar su círculo en la industria, y muchas simplemente querían perder el miedo a presentarse y hablar con desconocidas.

Historias que inspiran: La fuerza de la comunidad

Uno de los momentos más valiosos del evento fue escuchar las historias de las participantes. Mujeres en plena transición profesional, emprendedoras buscando alianzas, ejecutivas explorando nuevas oportunidades… Cada historia aportó una perspectiva diferente sobre el valor del networking y la importancia de rodearnos de personas que nos impulsen a crecer.

Para muchas, este evento representó un punto de inflexión: una oportunidad para romper el miedo al networking y empezar a construir relaciones estratégicas con otras mujeres

líderes.

Medir el éxito del networking: Más allá de los contactos

Una de las reflexiones más interesantes fue cómo determinar si un evento de networking ha sido exitoso. Algunas métricas propuestas fueron:

📌 Número de nuevos contactos establecidos.
📌 Conversaciones significativas que puedan derivar en oportunidades.
📌 Seguir en contacto después del evento.
📌 Conectar con personas clave para el desarrollo profesional.

La clave no está solo en intercambiar tarjetas, sino en dar continuidad a esas conexiones y convertirlas en relaciones de valor.

Construyendo relaciones que trascienden

El evento cerró con un compromiso colectivo: salir de nuestra zona de confort, construir una red de apoyo sólida y aprovechar cada oportunidad para crecer profesionalmente.
Muchas asistentes se comprometieron a mantenerse en contacto y, en algunos casos, incluso organizaron reuniones previas a futuros eventos para fortalecer sus lazos.

Porque el networking no termina cuando acaba el evento. Es un proceso continuo de colaboración, aprendizaje y crecimiento mutuo.

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