
Así vivimos el Learning Workshop Series de abril con Vanessa Carrera
La creatividad, más allá del arte o la genialidad espontánea, es una capacidad que se puede entrenar, potenciar y convertir en una poderosa aliada para innovar, liderar y resolver problemas en entornos cambiantes.
Esa fue la premisa con la que arrancamos nuestro Learning Workshop Series (LWS) de abril, un encuentro que reunió a socias y participantes en un espacio donde el aprendizaje práctico, la reflexión personal y la conexión genuina se entrelazaron para dar paso a nuevas formas de pensar.
La sesión estuvo guiada por Vanessa Carrera, experta en innovación, creatividad y gestión del cambio, fundadora de Insighters y autora del libro Abraza los cambios. Con cercanía y mucha claridad, Vanessa nos ayudó a desmontar la idea de que la creatividad es un don con el que se nace. Nos mostró, paso a paso, cómo convertirla en una habilidad esencial, especialmente en un contexto profesional atravesado por la inteligencia artificial, la automatización y la necesidad constante de adaptación.
La creatividad como habilidad humana esencial
Vivimos una revolución impulsada por la tecnología, pero en medio de esa transformación, lo que sigue marcando la diferencia es nuestra capacidad humana de crear, conectar y cuestionar.
Vanessa lo explicó con una frase que marcó la sesión:
“La innovación no es solo tecnológica. Hay una innovación profundamente humana. Y para que surja, necesitamos trabajar primero el terreno: nuestra actitud.”
Desde ese punto de partida, nos invitó a reconocer cómo todos y todas podemos ser creativos, aunque no nos dediquemos al arte o al diseño. La creatividad está presente cuando solucionamos un problema cotidiano, encontramos un enfoque distinto para una reunión o contamos una historia improvisada a nuestras hijas en el coche.
Rompiendo mitos: somos más creativas de lo que creemos
Uno de los momentos más reveladores de la sesión fue el ejercicio de reconocimiento creativo: cada participante compartió algo que había hecho recientemente que implicaba creatividad. Desde disfraces caseros hasta resolver problemas del día a día, pasando por diseños de formaciones o soluciones de cocina improvisadas.
¿El resultado? Todas las asistentes descubrieron que ya usan su creatividad sin etiquetarla como tal. Y que ese es el primer paso para ampliarla.
Vanessa insistió en desmontar el mito de que solo unos pocos “genios” son creativos:
“La creatividad no es inventar el iPhone. Es tener ideas nuevas, resolver problemas, conectar cosas que ya existen. Y eso está al alcance de todas.”
Divergencia, convergencia y técnicas para pensar diferente
La sesión introdujo conceptos clave del proceso creativo:
1. Divergencia: generar muchas ideas, abrir posibilidades.
2. Convergencia: elegir, priorizar, concretar.
A través de ejercicios prácticos como imaginar usos alternativos para un cinturón o diseñar el restaurante más innovador posible (primero con presupuesto ilimitado y luego con recursos reales), las participantes aprendieron a activar su pensamiento lateral y experimentar sin miedo al juicio.
Además, Vanessa compartió herramientas concretas para fomentar la creatividad en el día a día:
✔️ Scamper, una técnica que propone transformar ideas jugando con acciones como Sustituir, Combinar, Adaptar, Modificar, Poner otros usos, Eliminar o Reorganizar.
✔️ Relaciones forzadas, para conectar elementos aparentemente inconexos y generar soluciones originales.
✔️ La regla de las 3 IES (Importancia, Innovación e Influencia), una forma sencilla y eficaz de priorizar ideas y tomar decisiones creativas.
✔️ Pensamiento mágico, una técnica que invita primero a pensar en grande, sin restricciones, y luego identificar la esencia para adaptarla a un contexto real.
Todas ellas se trabajaron desde la experiencia directa, con dinámicas que permitieron aplicarlas en tiempo real y comprobar su utilidad tanto en el ámbito profesional como personal.
Método de las 3 IES: de la idea a la acción
Una de las aportaciones más potentes de la sesión fue el método de las 3 IES, un modelo desarrollado por la propia Vanessa Carrera a partir de su experiencia en procesos de innovación, cambio profesional y transformación de equipos. Este enfoque sirve como hoja de ruta para llevar una idea desde su formulación hasta su implementación real, y puede aplicarse en retos tanto individuales como organizacionales.
Las 3 IES son:
✔️ Investigación: indagar a fondo en el reto o situación antes de generar soluciones. Puede implicar analizar necesidades del cliente, estudiar tendencias del mercado o explorar nuestros propios talentos.
✔️ Ideación: generar ideas en modo divergente, aplicar técnicas creativas y luego seleccionar las más relevantes mediante procesos de convergencia.
✔️ Implementación: aterrizar las ideas con prototipos, planes de acción y micropasos. Incluye también la gestión emocional necesaria para sostener el cambio.
Todo ello asentado en un principio clave: sin una actitud creativa y abierta, no hay terreno fértil para innovar.
Crear entornos que favorezcan la creatividad
Otro de los grandes aprendizajes del taller fue que el entorno influye directamente en nuestra capacidad de ser creativos. Cuando existe juicio, falta de seguridad psicológica o presión constante por la eficiencia, es muy difícil que florezca la innovación.
Por eso hablamos de la importancia de crear espacios de confianza creativa, donde se permita probar, fallar, explorar ideas poco convencionales y practicar la divergencia sin miedo. Y también de cómo los equipos pueden convertirse en verdaderos catalizadores creativos cuando hay diversidad de perfiles: generadores, conceptualizadores, optimizadores e implementadores.
Inteligencia artificial: aliada, no sustituta
Uno de los momentos más interesantes de la sesión fue la reflexión sobre el papel de la inteligencia artificial. Lejos de verla como una competencia, Vanessa nos animó a integrarla como herramienta estratégica para el pensamiento creativo.
La IA puede ser especialmente útil en las fases de investigación, prototipado o generación de ideas. Pero su verdadero valor depende de cómo la utilicemos, qué preguntas le hagamos y qué contexto le demos. En palabras de Vanessa:
“La IA no sustituye tu mirada, tus preguntas ni tu capacidad de conectar ideas. La clave sigue siendo tu creatividad.”
Del pensamiento a la acción: los micropasos
Para cerrar, Vanessa nos propuso algo tan sencillo como poderoso: dar un micropaso.
Un primer paso tan pequeño que resulte imposible no hacerlo. Una forma de salir del bloqueo del perfeccionismo, activar la confianza creativa y comenzar a hacer realidad una idea, por pequeña que sea.
Nos llevamos mucho más que herramientas
Este workshop nos dejó aprendizajes valiosos, pero sobre todo, una experiencia transformadora.
✔️ La certeza de que la creatividad no es una excepción, sino una capacidad que podemos (y debemos) activar.
✔️ Herramientas prácticas para entrenar el pensamiento divergente y convergente.
✔️ Estrategias para cultivar la confianza creativa, tanto a nivel individual como en equipo.
✔️ Una nueva manera de enfrentar los desafíos desde la posibilidad, y no desde la limitación.
Fue un encuentro lleno de descubrimientos, dinámicas inspiradoras y conversaciones que nos invitaron a cuestionar, imaginar y avanzar.
Gracias, Vanessa, por tu generosidad, tu mirada y tu forma de guiarnos.
Y gracias a todas las personas que participasteis con tanta presencia, energía y compromiso.
Nos vemos en el próximo Learning Workshop Series para seguir creciendo, aprendiendo y liderando con propósito.