Los últimos estudios coinciden en que cualidades como la empatía, la capacidad de adaptación y/o la flexibilidad, la comunicación interpersonal están más acentuadas en las mujeres, así como la visión creativa e innovadora puesta al servicio de proyectos.
Además, la presencia femenina en cargos de mayor responsabilidad propicia modelos de trabajo asentados en la cooperación, fusión de pensamientos racionales e intuitivos, capacidad de escucha, estructuras de trabajo menos jerárquicas, mejoras en la calidad del clima laboral y anteposición de las necesidades personales, entre otros.
Una organización con más talento femenino en cargos estratégicos es sinónimo de éxito. Y esto sólo será posible si las mujeres pueden hacer compatible su vida profesional y familiar. Por eso, precisamos de políticas y voluntades capaces de promover cambios profundos en muchos ámbitos. Uno de los más importantes: los sistemas familiares. Es aquí donde los padres, maridos o parejas tienen que ser protagonistas. Ser los que acaben con sus espacios protegidos y privilegiados para defender y alcanzar la corresponsabilidad necesaria.
Esto es ser un padre, marido o pareja igualitario, y es esencial para lograr un liderazgo equilibrado en las empresas.
En el Movimiento #YoSoyWoMen pretendemos que cada vez más hombres apuesten por un liderazgo equilibrado en el que todas las cualidades y herramientas mencionadas sean cada día más relevantes. Que mujeres y hombres las desarrollen para lograr lo mejor de las organizaciones en estos complicados tiempos.
Y este mes estamos de enhorabuena porque tenemos dos nuevas incorporaciones empujando en el movimiento. Bienvenidos Belén Medina y Pablo García.